En México, cada día mueren alrededor de 10 mujeres debido a la violencia de género.
¡Claro que tenemos que hacer algo! Pero ¿crees que basta con hacer un día de paro?
Yo creo que es algo mucho más complejo y aunque tenemos que alzar la voz y no seguir permitiendo lo que pasa en nuestra sociedad, no basta con creer que haremos la diferencia, si un día salimos o no a la calle o lavamos o no unos platos.
Creo que la diferencia podemos y debemos hacerla todos los días. Sí, desde tu casa, desde tu papel como Mamá. Cambiando la manera en la que educamos a nuestros hijos e hijas.
¿Cómo? Te invito a que respondas sinceramente a las siguientes preguntas:
- Si tienes un hijo y una hija, ¿los educas diferente dependiendo de su género?
- ¿Piensas que las mujeres somos las únicas encargadas de las labores de casa (hacer comida, lavar, planchar etc)
- ¿Haces que tu hija le “sirva” a su papá o a su hermano?
- No permites que tus hijos jueguen con muñecas o que tus hijas jueguen con coches o superheroes?
- ¿Le pides “permiso” a tu esposo para hacer cosas, salir a lugares, comprar algo?
- ¿Enseñas a tus hijos a pelear y defenderse porque tienen que portarse como “hombres”?
- ¿Evitas que tu hijo llore cuando se lastima?
- No dejas que tu hijo esté en contacto con sus sentimientos y emociones?
- ¿Usas frases como “no seas niña” “juega como nena” etc…
Irónicamente, las mujeres somos las que perpetuamos el machismo. Las que seguimos educando niños machos para que sean hombrecitos y niñas sumisas, calladas y dejadas.
En nosotras está hacer la diferencia.. pero no solo UN día de paro nacional. Hagamos la diferencia desde la manera en que estamos criando a nuestros hijos, todos los días. Con una educación sin violencia y que respete a mujeres y hombres por igual.